DECIR LA VERDAD EN MIAMI

By Yadira Escobar on

 

Para mi decir la verdad es un placer. Como nadie me paga, ni me controla por otros medios, solo tengo un compromiso, y es con la verdad. Si, ya se que dicen que nadie tiene el monopolio de la verdad y todas esas cosas, pero como hay ciertos monopolios que nos imponen “sus verdades” por eso afirmo las mias con la frente en alto y con toda buena intención.

Hablar en Miami no es fácil porque tienes que ubicarte o en la extrema derecha o en la extrema izquierda junto con las conocidas pasiones del cubano clásico, o de lo contrario prepararte para enfrentarte a la hostilidad de los apasionados, y la hipocresía de los oportunistas. Quisiera que eso cambiara, y por eso pongo mi granito de arena y señalo lo bueno y lo malo tratando de no complacer al poderoso, ni incondicionalmente apoyar al débil, porque desde posiciones de debilidad, también se lanzan mentiras y rencores.

Creo que un puñado de hombres y mujeres muy ricos han logrado un sueño milenario, que es el de gobernar instituciones de tipo global que tengan el prestigio y poder suficiente, como para pisotear a las naciones soberanas de todo el planeta, incluso las mas prósperas. Esto es difícil de demostrar a veces, porque a quienes les afecta, no tienen acceso a las herramientas, información, o credibilidad para hacer oir su voz.

Como cubana exiliada, veo a Cuba bajo amenaza no solo de la burocracia, el inmovilismo, y la corrupción de las costumbres en la isla, sino sobre todo de la injerencia de aquellos superpoderes que hoy han cambiado los métodos antiguos de expansión y control, por refinadas revoluciones de colores, golpes de estado de terciopelo y lideres artificiales, que destruyen para siempre el alma nacional donde logran triunfar.

Algunos cubanos se quejan y quejan, para despues hablar de libertad y democracia de manera liviana, como si detrás de esas palabras se escondiera la “clave de la felicidad”. No veo en ellos un deseo de libertad colectiva basada en soberanía, ni de un estado de derecho, sino una libertad bastante individual que cuando la entiendes de verdad descubres al final una utópia anarquíca, imposible de aplicar a nivel social. Este tipo de cubano que mas que quejarse del gobierno cubano, sospecho que se queja de la existencia del estado, a veces es incoherente y exige derechos sin pensar en sus deberes, por lo que a menudo tiene tendencias de desprecio hacia las leyes, y aunque no todos son delincuentes, con facilidad creo que aplaudirían una ocupación militar de su Patria, si eso significa para ellos un poco de libertinaje liberal. Los grandes interesados en la injerencia en Cuba, pudieran encontrar en esos malos cubanos un aliado en el caos necesario al inicio de toda invasión, ( “friendly Cubans” ) pero tarde o temprano chocarían ambos para desgracia del cubanito.

Me gustaría una Cuba mejorada en cuanto a derechos individuales, pero sin pasar por una guerra civil, no vale la pena la sangre y el dolor, para que los cubanos tengan un blog, o ir los fines de semana al burger king más cercano. La mayoría de los cubanos en la ísla piensan igual, y por eso prefieren mudarse a Miami antes que conspirar o protagonizar acciones violentas contra el gobierno. La existencia de una disidencia no clandestina y pacífica, que a menudo recibe dinero desde afuera, y que hace giras turísticas por el mundo financiada por fundaciones extranjeras 😯 , es prueba de que la violencia política no tendrá lugar en una sociedad que no ve suficientemente represivo a su gobierno como para iniciar una rebelión cívica. Por hablar de esta manera, algunas culebritas se han arrastrado hacia mis escritos, tratando de provocarme con diferentes métodos, pero desde el polvo del camino la visión del que se arrastra, es imperfecta. No es mi misión aplastar reptiles, pero tampoco dejarme morder 😎 .

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