Más sobre la Falsa Izquierda

By Yadira Escobar on

Entiendo el deseo de los conductores de “almendrones” en la Habana por ganar mucho dinero. Algunos elementos básicos del libre mercado ya están en Cuba y el efecto es contagioso. Primeramente fue la legalización de las compras y ventas de casas en Cuba, donde participó el capital extranjero (sobre todo desde Miami). Fue tal y como recomienda el apologista del mercado Hernando De Soto, al referirse a la vivienda en la que se vive (si se cuenta con un registro civil y un derecho a la compra y venta) como mercancía elemental para involucrar más a la sociedad en el mercado.

Como es lógico, luego surgen las ideas necesarias para justificar la propiedad privada y la libertad que necesita el más fuerte para hacer negocios. Pronto aparece la Falsa Izquierda que desarrolla un discurso para apoyar las tendencias negativas y así legitimar cambios cada vez más destructivos, como el intento por modificar el código de la familia cubana.

 Esa izquierda liberal en Cuba anda por estos días desorientada tras la derrota del Partido Demócrata en los Estados Unidos y dudo mucho que pueda extender más aún su hegemonía en la sociedad cubana transformando sus instituciones ( bajo la escusa del reformismo). Continúan por inercia reproduciendo su manera de pensar y de luchar contra quienes identifican como obstáculo en su lucha ideológica por transformar las instituciones primero y el país después, pero su confianza debe estar quebrada con cada derrota de la globalización. Agonizan en secreto frente al surgimiento de los nacionalismos conservadores, escenario donde no caben ellos con su agenda liberal y anti-nacional.

Dicen luchar contra la censura y la burocracia, mientras con disimulo y sin descanso clasifican a todo el que le lleve la contraria como estalinista o totalitario. Hacen énfasis en lo terrible que pueden ser los “mesianismos” o el culto a la personalidad para el socialismo donde todos merecen gobernar (¿incluida la financiera multinacional Goldman Sachs?) Ellos insinúan ser muy centristas, y moderados. La izquierda occidental a la que imitan en algo es más lisonjeada por la cultura popular y goza de bastante respaldo mediático. ¡Que lastima por ellos! ahora precisamente, que se están derrumbando los medios establecidos como CNN por la falta de credibilidad y exceso de parcialidad.

Yo no dudo que si fueran más fuertes, sin referendum alguno excluirían a la izquierda patriota y no me refiero a los históricos porque ellos se están retirando ahora, sino a los que quieran seguir su camino. En estos precisos momentos, quienes más corren peligro son aquellas personas que pretenden seguir en los pasos de Fidel… No son buenos tiempos para los que quieren aprovechar el legado de Fidel Castro y conservar las conquistas de la Revolución, sobre todo porque la izquierda anti-patriótica pretende robarse el concepto de Revolución también.

Su militancia anti-nacional es reproducida con mucho placer por los medios contrarrevolucionarios en Miami y no con ingenuidad o interés periodístico (son básicamente maquinas federales de propaganda, no agencias de prensa). Es obvia la agenda de TV Marti por promocionar todo elemento desestabilizador y traidor de esa Falsa Izquierda cuando cubren las insignificantes hazañas o mejor dicho, las quejas del “Revolucionario” homosexual, Paquito. Es muy conocida la contribución que movimientos similares del pensamiento trotskista, anarquista y de la izquierda revolucionaria hicieron al desmantelamiento de la Unión Soviética y sigo insistiendo que pretenden repetir la historia. Como deben sospechar, me alegro mucho poder decirles que van a fracasar rotundamente en esa emulación.

Iroel Sanchez resiste a su manera y desde su posición comunista, a la Falsa Izquierda, alertando sobre el centrismo y el golpe suave. Por lo tanto, es atacado personalmente por la no-oficial coalición liberal.

El oportunismo del viejo hombre con las taras del pasado, sumado al efecto destructivo y desmoralizador del bloqueo económico y a una izquierda traidora que abre las puertas a la extrema derecha con el cuento del debate y la inclusión, tuvieron todo a su favor cuando se vió al presidente Obama jugando dominó y haciendo chistes en Televisión nacional . Algunos “cuenta-propistas” se llenaron de ilusión imaginando franquicias y muchas plusvalías, pero lo más triste fue ver el espectáculo entreguista y sonriente del plattismo de izquierda. Para lograr eso el presidente Obama no tuvo siquiera que ponerse una icónica camiseta del Ché.

Fidel Castro después de marcharse Obama dijo entre otras cosas en un articulo llamado “El hermano Obama”: Advierto además que somos capaces de producir los alimentos y las riquezas materiales que necesitamos con el esfuerzo y la inteligencia de nuestro pueblo. No necesitamos que el imperio nos regale nada…”

Cito al máximo líder de la Revolución cubana porque sospecho que la izquierda anti-patriótica quiere borrar su nombre bajo el cielo; ellos conocen el alto grado de representatividad de su pensamiento nacionalista. Las simpatías de esta falsa izquierda hacia la globalización capitalista no debe ser confundida con el “Internacionalismo Proletario”. Insisto en que ese concepto altruista es imposible de sostener por más tiempo ya que Cuba ahora necesita primero consolidar lo nacional.

El capitalismo y no sólo Lenin durante la NEP, también ha dado de vez en cuando un paso hacia atrás para luego dar dos pasos adelante. Durante esas maniobras pragmáticas se ha visto surgir no sólo al Estado del Bienestar como estrategia frente a los soviéticos, sino a la Falsa Izquierda para que encause y luego precipite en el fracaso al tonto que la siga. Son las izquierdas del mundo occidental las más afectadas por esta enfermedad que fácilmente penetra a los intelectuales cubanos debido a la falta de anticuerpos ya que el organismo se acotumbró a los ataques de la extrema derecha cubano-americana. El infantilismo de creer que todo el que se ponga una camiseta con el rostro del Ché anda por el camino del bien,  es lo que ha permitido que ideas extrañas a la nación estén continuamente erosionando lo que queda de Revolución autentica en la isla.

Hace unos años fui a entrevistar a unos jóvenes que protestaban en Miami contra el 1% más próspero y poderoso de Wall Street. Cuando pregunté por el líder, me dijeron que todos eran lideres. Casi ofendidos, dijeron que esa era la verdadera democracia y cosas similares. Se jactaron de quedarse allí plantados por años para exigir ciertos derechos bastantes dificiles de obtener en una sociedad de mercado, como unas viviendas gratuitas. Muy poco después toda esa ilusión ingenua fue desalojada y el Occupy murió sin lograr nada.

Una cosa es la izquierda anarquista, auto-destructiva y sin vinculos a la población. Otra muy distinta es una Revolución popular que conquistó el Estado y creó sus propias instituciones. Ustedes saben cual de las dos izquierdas sería más responsable y madura cuando la poblacion envejezca o suenen los tambores de guerra.

Si los cubanos a partir de una soberanía absoluta optaron por una vida socialista, deben tener en cuenta el socialismo real, no el imaginado en las mentes anárquicas e ingenuas que creen que una asamblea parlamentaria está más cerca del pueblo que un liderazgo firme y no sujeto a la competencia de los egos.

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