Peligrosas Igualdades

By Yadira Escobar on

Hay una cosa fundamental que me gustaría que cambiara en Cuba y es que se elimine toda igualdad que refuerce desigualdades. En Cuba ya hay una clase privilegiada que acumula cada vez más capitales y que parasita al resto de la sociedad gracias a una igualdad de derechos que le da acceso a los mismos beneficios que a su vecino más pobre. Por ejemplo un nuevo rico sigue recibiendo alimentos subsidiados, atención médica gratuita y acceso a una educación superior sin tocar su bolsillo, por lo tanto le sobra el dinero para venir de compras a Miami porque no gastan ese dinero en la isla gracias al sistema socialista de prestaciones sociales. Eso es una injusticia derivada de una falsa igualdad que le permite a los nuevos ricos socializar gastos y privatizar beneficios.

Cuba necesita primero que todo–si quiere seguir existiendo como nación–de una unión fuerte y de una identidad cultural que resista a la destructora globalización actual. Esa unión no puede ocurrir si aumentan las desigualdades hasta un grado escandaloso. Cuando el pueblo trabajador ve a los que no trabajan viajando a los Estados Unidos para comprar mercancías exóticas, cuando levantan casas ostentosas que se burlan de los inspectores o los soborna para apropiarse del espacio público con construcciones ilegales inevitablemente pierde las ilusiones. Deja de creer…No es posible la unidad cuando el revolucionario ve con sus propios ojos como el “disidente” entra y sale del país, recibe dinero extranjero por hacer escándalos públicos, habla por Radio Martí contra su propio pueblo y las autoridades se quedan de brazos cruzados permitiendo la impunidad de sus ilegalidades por miedo al que dirán en el exterior. ¡Basta ya de temer al que dirán!

Es imprescindible una movilización de las fuerzas morales de la nación y un discurso de resistencia al poder del dinero y de la cultura degenerada que viene de afuera y se apropia del corazón de las nuevas generaciones. El turismo no es precisamente un contacto pueblo a pueblo, así que ayudarán a fomentar en Cuba el consumo de drogas, la pornografía enajenante y la aborrecible pedofilia, que son los peores virus que amenazan a las nuevas generaciones de cubanos.

Ese discurso de resistencia no puede limitarse a una resistencia adormecida, sino salir a la reconquista. Tampoco ese discurso de resistencia puede hacerle el juego a la derecha anti-nacional ni a los disidentes asalariados para sin querer sumarse a una contrarrevolución disfrazada de Revolución.

No queremos violencia entre cubanos ni caos social que justifique la intervención de los extraños, lo que queremos es o un estado de derecho y capitalismo abierto o una Revolución que se respete a si misma y a sus principios fundacionales.

No es aceptable que terminemos con los peores rasgos de ambos sistemas porque a una clase social le beneficie la falta de definición del sistema. Cuando el hogar nacional está amenazado desde el exterior hay que suspender las disputas internas y mas bien luchar por la unidad nacional, dejando a un lado los sectarismos y las paralizantes nostalgias por un pasado siempre idealizado, pero sobre todo atender a las necesidades de los más pobres.

Necesitamos una plataforma de clara linea nacionalista. Cuba no necesita abrirse al mundo, Cuba siempre ha estado abierta, quizás demasiado abierta, demasiado atenta al que dirán y expuesta a los vicios ajenos.

 

Aqui el mismo video en Youtube:

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