Pablo Iglesias y su partido político español “Podemos” es un fenómeno nuevo que amenaza a los políticos acomodados del bipardismo. Como un terremoto, pueden cambiar por completo la naturaleza de todo el sistema español. Él fue miembro de la Unión de Juventudes Comunistas de España desde que era adolescente, pero sabe dialogar con el contrario sin esa crispación que a menudo arrastra la extrema izquierda. Eso debe ser porque después de todo, es un lider político del siglo XXI y enfrenta junto a su formación política otro tipo de desafios muy distintos a los que enfrentó la vieja izquierda europea.
Pablo Iglesias critica la derecha española, pero tambien denuncia la corrupción del PSOE, y es a este partido al cual amenaza en realidad con quitarle parte de sus votantes. Sus enemigos en la derecha como Esperanza Aguirre ( la condesa del Partido Popular) insinuan que “Podemos” explota la crisis y el miedo para proponer cosas nuevas al estilo de las promesas del nacional-socialismo. De hecho, ella ha comparado las tecnicas del nuevo partido con lo que hacia Joseph Goebbels a favor de los nazis.
Como es de esperar, en los medios españoles es común que al surgir una figura pública con propuestas revolucionarias, inmediatamente se le trate de asociar con Cuba y Venezuela. Iglesias no solo ha tenido que defender sus ideas, sino de alguna manera las ideas del socialismo del siglo XXI en Latinoamerica. Iglesias, en el caso de Cuba, no está de acuerdo en todo con la Revolución cubana, y ha dicho que le gustaria ver a una Cuba más plural. Dijo también que la Revolución cubana está sujeta desde su inicio al ambiente de la Guerra Fria, y que debe reinventarse. Si no, dejará de ser un referente para la izquierda mundial.
Creo que Pablo Iglesias representa de alguna manera a una generación que logró estudiar y formarse culturalmente en los paises de la Europa del sur en los dias prósperos del “Estado de Bienestar”. De alguna manera esa generación sufre por los beneficios perdidos del kenesianismo y los préstamos bancarios alemanes. “Podemos” lleva adelante un discurso emancipator que señala como culpables, lo mismo a la derecha que a la izquierda. No en balde alguien ya encontró cosas similares entre “Podemos” y la ultradrecha nacionalista de Le-Pen en Francia. Pablo se declara de izquierda y no anda tambaleandose entre dos bandos, mas bien es un “Ni PSOE ni PP”. En terminos electorales SÍ expresa con mucha claridad el deseo popular de un cambio hacia otros caminos lejos del bipartidismo, y esto genera miedo en unos cuantos españoles.
El cambio crea ilusiones masivas y legítimas, pero tambien miedo en muchos (sobre todo en la derecha). A mi particularmente me gusta de Podemos, el proyectado “Plan de rescate ciudadano centrado en la creación de empleos ( Reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales y de la edad de jubilación a 60 años, como mecanismo para redistribuir equitativamente el trabajo y la riqueza, favoreciendo la conciliación familiar).
Más allá de las ilusiones de cambio está la realidad electoral. Podemos no está ganado corazones en la derecha española, sino dentro de la izquierda y por eso quizás el expresidente del Congreso y exministro socialista José Bono le dijo en Tv:
“…a mi me parece que si hay que hablar de ejemplo de desvergüenza, los teneis más cerca en la derecha que en la izquierda” refiriendose a criticas de Pablo a las prácticas empresariales del expresidente socialista Felipe Gónzales.
Hay muchos catedráticos que llevan décadas anunciándonos el fin de las ideologías, y la eventual muerte de hasta nuestra civilización. Hay gráficos pesimistas y diagramas desalentadores, pero nunca he creído que nos aproximamos al fin de la historia…mas bien al comienzo de un nuevo mundo. Si personas como Pablo Iglesias, que rompen el perfil del político profesional, que percibimos igual a cualquier jóven que te encuentras en un metro leyendo, logran ser elegido a puestos de poder, sabes que estamos viviendo una época de cambios serios.