¿SERÍA JOSÉ MARTÍ JUDIO?

By Yadira Escobar on

judios en Cuba Por estos dias, la diplomacia española ha tocado el tema de los “judíos expulsados” de España. Esto es ya viejo. Desde los años 30 del siglo pasado, se habla en España de la culpa histórica de la expulsión de tantos españoles (sefarditas) y Hasta Franco fue sensible a un tímido retorno.

Claro, no se debe confundir al “judío expulsado”( al cual invita España a la recuperación de nacionalidad ) con el “judío sometido” el cual bajo enorme presión optó por bautizarse y quedarse en España, terminando siendo un católico genuino, o un simulador(Crypto-judío), y que hoy puede estar viviendo en Cuba o Brasil. España no está invitando a la nacionalidad a todos esos torturados por la Inquisición bajo sospecha de “judaizar”en secreto después de la conversión, sino a los judíos agrupados en sinagogas, reconocidos por rabinos y que conserven el antiguo Ladino (dialecto judeo-español medieval). Ya el Ministerio de Justicia español ha aclarado que la cosa no es para todo el mundo, y me imagino que siguen algunos políticos españoles deseando lo mejor para España, que sería en este caso que retornaran los judíos con dinero, no los “Pereira” del Brasil oscuro.

No es casual que cada vez que a España le va mal, invita a los judíos ricos al retorno. Ya en 1903 y sufriendo la perdida de Cuba andaba el senador Pulido bajo los Borbones buscando judíos prósperos por todo el mediterráneo.   En 1910, bajo el patrocinio del Alfonso XIII fue fundada la Unión-Hispano-Hebrea con el objetivo de reconciliar a los sefardí con España. No creo que se tenia la esperanza de que regresaran los ricos judíos banqueros y comerciantes asentados en Holanda o Inglaterra, creo que se conformaban con los prósperos comerciantes del mediterráneo oriental.

Colón descubrió América en 1492, y de regreso a España, alcanzó a ver los últimos barcos con los judíos que no aceptaron pasarse al catolicismo y como consecuencia debían abandonar su patria “Sefarad”. La presencia judía en España es desde tiempos remotos. La leyenda dice que hay hebreos en España desde los días de Nabucodonosor, y algunos dicen que desde los tiempos del rey Salomón, pero todas estas hipótesis carecen de valor histórico y lo único que si se sabe es que se encontró una lápida funeraria de una niña hebrea de nombre Salomónula de tiempos romanos en el sur de España.

Los judíos vivieron bastante bien en su Sefarad (España actual) hasta la época visigoda, y sobre todo cuando en el siglo VII la corona abandonó el arrianismo para abrazar el catolicismo. Inmediatamente los católicos prohibieron los matrimonios mixtos entre cristianos y judíos, la costumbre cristiana de invitar a los hebreos para bendecir los campos cultivados de cristianos, y la prohibición de cargos públicos a los judíos.

Isabel y Fernando centralizaron fuerzas y expulsaron a los judíos que no aceptaron pasarse al catolicismo masivamente pero anteriormente y durante muchísimo tiempo hubo judíos convirtiendose por diversos motivos (persecución, interés o auténtica conversión). Los que se convertían y bautizaban era conocidos como conversos. Son famosas las comunidades de conversos en la isla de Mayorca, donde diversas listas de conversos del año 1391 incluyen apellidos totalmente “chuetas” (judío-converso de Mayorca) : Aguiló, Miró, Fuster, Tarongí, Valentí y Martí, que fueron conocidos en la isla como apellidos totalmente judíos. Cuando llega la expulsión definitiva y radical no todos los judíos se fueron hacia las tierras griegas o turcas, algunos grupos se fueron a Holanda y prosperaron bastante en la banca y el comercio, llegando algunos a ser exitosos banqueros en Inglaterra. Un apellido judeo-español como Méndez, se convirtió en Mendelssohn, siendo notorio el prestigio de la familia Méndez (Mendelssohn) en Portugal primero, luego en Holanda, Inglaterra y Estados Unidos finalmente.

Cuando aparece una lista de apellidos judíos españoles lo primero que viene a la mente es ¿porque parecen tan castellanos? Bueno, la idea que la mayoría de la gente tiene del “tipico judio” está relacionada con la identidad del grupo Asquenazi de las tierras germánicas. Son tambien del Este, de lugares como Polonia e incluso Rusia, y apellidos como Goldstein están en la imaginación popular muy lejos del mundo latino, pero en realidad si volvemos a la España medieval, notamos que durante mucho tiempo los sefardies llevaban apellidos clásicos que asociamos a la España antigua.

En el año 616 el rey visigodo Sisebuto decreto que : “Todos los judíos debían convertirse al cristianismo”. Hablo de tiempos tan remotos, para que se entienda que la masa de judíos que se convierte en católicos en 1492 por miedo a ser expulsados de su tierra, no son el único grupo de “conversos”, sino que desde la edad media muchos cambiaban de religión y engrosaban las filas de una identidad a veces fingida, y otras plenamente asumida. Volviendo a la presión que hizo el rey Sisebuto, se estima que cerca de la mitad de la comunidad hebrea de la España visigoda aceptó el bautismo (año 616). Todos sus descendientes crecieron de forma exponencial como cristianos, y por lo tanto una gran porción del pueblo español con sus correspondientes apellidos llegó a conservar memoria de lo que fueron sus antepasados.

La reina Isabel una vez reprochó a Fernando por tener sangre Hebrea, y que el mismísimo Torquemada (como cabeza de la inquisición) descendía de judíos. También es útil saber que Ignacio de Loyola y Francisco de Borja, los principales impulsores de la Compañía de Jesús eran cripto-judíos. Tambien lo era Santa Teresa de Jesús (fundadora de las carmelitas descalzas). Esto nos da una idea del grado de integración que alcanzaron los judíos en la edad media a través de la conversión al catolicismo, y nada asombroso es que sus apellidos fueran Sánchez, Rodríguez, Fernández , Hernández y López.

Los sefarditas en España entraron en la nobleza, y andar a caballo (caballero) , portar armas, poseer escudos heráldicos y moverse entre la élite fue un gran contraste con la suerte de los Asquenazis en tierras eslavas donde la ortodoxia cristiana ni siquiera les dio la oportunidad de la integración mediante la conversión religiosa.

Cuando Colón llegó a Cuba iba acompañado de varios judíos ( incluso venía un Escobar). Luego vendrían más, mientras se podia escapar lo más lejos posible de la inquisición española que contrariamente a lo que se piensa no perseguía judíos, sino a cristianos nuevos (nacidos como judíos y supuestamente convertidos al cristianismo). Los judíos que no aceptaron la conversión se marcharon lejos de los dominios españoles (Imperio Otomano, países bajos e Inglaterra.). Los archivos de la inquisición se llenaron de apellidos de marranos como Sánchez, Pereira, Iglesia, lópez, y García. La lista es tan larga que hace pensar a los místicos en aquella promesa de que la descendencia de Abraham seria como las estrellas del cielo y como la arena en la orilla del mar.

Fue en el imperio turco donde mejor fueron recibidos los judíos españoles expulsados, y es conocida la supuesta expresión del sultán Bayazit II : “¿Como queréis que considere inteligente a un hombre que empobrece su reino para enriquecer el mío?”

Mientras hubo una fuerte comunidad israelita en España, en ella se desarrollo el ladino (dialecto judeo-español) y pasarían al español de las américas algunos voces como: aonde, apegar, antier, apunto, dátile,enfin, enfrente, fofo, fulana, fulano, katarro, sierto, un tanto de esto…yanto. También llego la costumbre de decir: creo en Dio (singular) para evitar el plural derivado de Deus, ya que seria demasiado cercano a dioses (tabú en el monoteísmo).

También el cancionero (canticas en Oriente) como género más conocido en la literatura sefardí nos dejó cosas como estas: A la una nací yo, a las dos me bautizaron, a las tres me enamoré y a las cuatro me casaron. Morena me llaman, yo blanca nací: de pasear galana mi color perdí.

Con la “Restauración borbónica” y hasta la proclamación de la Segunda República en 1931, el tema de la expulsión de los judíos españoles fue tomando fuerza en cierto debates. El senador Ángel Pulido Fernández comienza entonces en 1904 una campaña para establecer lazos con las comunidades judías europeas y del norte de África formadas por descendientes de los expulsados en 1492 por los Reyes Católicos. Pulido estaba convencido de que los sefarditas controlaban el comercio en el Mediterráneo del Este y que su acercamiento sería altamente beneficioso para España. Más tarde con la república, el tema sigue vigente, y en 1933 en un editorial de primera página el diario “El Sol” escribía el 16 de abril del 33: “Para los hombres del siglo XX aquella medida fue una injusticia. Lo que ahora se trata es que la República de 1933 rectifique el error monárquico de 1492. Los judíos fueron expulsados de España por un rescripto de los Reyes Católicos. El decreto de la República laica debe anular aquella disposición”. Bajo la dictadura de Franco, y a pesar de la retórica anti masónica y antijudia del nacional-catolicismo, el dictador acogió a numerosos judíos que huían de los nazis. La España actual sigue reconociendo el error histórico de la expulsión y por la vía diplomática ha publicado una lista de apellidos judíos españoles (Listado de apellidos sefardíes para la nacionalidad española), pero es muy importante distinguir este gesto político de reconciliación con los judios expulsados y que no sufrieron la persecución de la Inquisición, del judio sometido y bautizado.

Sin sinagogas, sin tradición, y con costumbres adaptadas a la nueva simulación, muchos judíos venidos al Caribe en tiempos anteriores a las prohibiciones migratorias de la corona para “cristianos nuevos”, abandonarían su religión practicada en secreto solo por un tiempo. La mayoría olvidarían su antigua identidad, y no la traspasarían a las nuevas generaciones, solo quedando un recuerdo débil en las costumbres como cortar el cuello a las aves del corral para verter la sangre en tierra (si acaso).

En Cuba una de las formas de mantenerse unidas las familias de origen hebreo fue la endogamia practicada en los tiempos coloniales en la región oriental de la isla. Los apellidos son quizás, la ultima marca que dejó el pueblo israelita hasta nuestros días, por eso andan circulando listas emitidas algunas incluso por la diplomacia española no como pruebas irrefutables de ser judío, sino como indicadores de la alta presencia de judíos en España y las colonias antes de la gran persecución contra esa identidad.

En américa latina muchas comunidades de “marranos”(judíos bautizados que conservan costumbres judaizantes) demuestran una vida exterior católica muy activa . Se sabe que los marranos del Brasil muestran a menudo una catolicismo muy particular, al igual que los marranos del norte de México. En Colombia los antioqueños, conocidos como “Los páisas” conocen de su origen judío, en cambio son extremadamente católicos, y en Cuba no es extraño que Camagüey, donde se asentaron antiguas familias de origen hebreo, se levantaran más iglesias que en otras regiones.

Muchos cubanos sin saberlo descienden de judíos. Se ha dicho que Cuba es el Israel del Caribe por la gran cantidad de conversos que formarían parte de sus inicios como nación, y es un hecho que la antigua identidad quedó sepultada por las conversiones al catolicismo. En la masonería de los mambises, el laicismo republicano y la costumbre popular del “Yo creo en Dió- a  mi manera”, puede el investigador encontrar marcas de la vieja identidad judía. En Cuba es imposible encontrar una sinagoga que agrupe a sefarditas expulsados en 1492, porque nunca hubo sinagogas siendo la isla española. Hasta los protestantes eran vigilados por la Inquisición, y si llegaron en el siglo XX algunos sefarditas del mundo griego o turco y formaron sus propias comunidades, esto no es vinculante con los antiguos Crypto-judíos que vinieron a Cuba y que iban a misa los domingos. A estos crypto-judíos los llamaban “marranos” (cerdos), y a los mismos España no les piensa dar derechos.

En las ondas radiales de la 1450 am hace unos días fue leída en Miami parte de esta lista de apellidos sefardies.(escuchar)

En las ondas radiales de la 1450 am hace unos dias fue leida en Miami parte de esta lista de apellidos sefardies.(escuchar)

Importante base de datos de apellidos judios encontrados en archivos de la Inquisición

 

 

 

 

 

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