Cheburashka

By Yadira Escobar on

Cheburashka

Cheburashka es una extraña criatura que de alguna manera queda atrapada en una caja de naranjas en una región tropical. Después de un largo viaje encerrada con la carga cítrica, donde se alimentó de naranjas solamente, llega hasta una tiendecita en la antigua Unión Soviética. Comienza a conocer diferentes personas que quieren ayudarle a encontrar un lugar en la sociedad. Conoce a un noble cocodrilo que toca muy bien el acordeón y que solo piensa en ayudar a los demás. Cheburashka no sabe ni escribir. Es un indocumentado en una sociedad extraña, pero logra sobrevivir gracias a la amistad.

No puedo imaginarme a Cheburashka viviendo en la época del capitalismo salvaje que implantó Yelsin con ayuda de disidentes, liberales artistas y universitarios en Rusia. Tampoco creo que le fuera bien en los tiempos de Stalin, porque representa la ternura, y a esa le va mal entre los hombres en general. Me encanta ver a Cheburashka en el animado filmico. Hay un momento en que se pone triste porque la ciencia no logra ubicarle un lugar, y me imagino que sufre lo mismo de todos los marginados, pero lo bello del personaje, es que no puede ser clasificado.

El quiere ser pionero, porque es generoso y quiere hacer cosas buenas para los demás, pero sobre todo le gustan los niños. Nuestro mundo necesita de cierta inocencia, de cierto comienzo lleno de ideales. Los niños de hoy están viendo cosas peligrosas en las pantallas que controlan adultos sin esperanza. Los adultos andan sacudidos por deseos y miedos no constructivos, y los ancianos son llevados a un triste anden ferroviario donde deben esperar el tren del ultimo viaje, abandonados por el egoísmo de los más jóvenes. Ese es el sistema que nos dicen que no debe ser cambiado, porque una mano invisible guia la economía y una mente elitista nos guia por el “buen camino” del materialismo.

Algunos filósofos dicen que estamos en el final de la historia. Estan confundidos…este es el comienzo. Los discursos académicos, las ideologías, las hipocresías, todo eso será dejado atrás y comenzaremos una nueva humanidad. Una humanidad más coherente y sincera. Mas ecológica y menos capitalista. Nuestro planeta tiene limites. Las montañas llenas de flores, los lagos de aguas limpias, y la hermosa vida familiar serán los temas a tratar. Un mundo sin guerras por el petróleo, sin manipulaciones mediáticas y sin golpes de estado. Se acerca el día de la verdadera democracia, de la verdadera igualdad y la más calidad fraternidad. Los paraísos fiscales serán tratados como nido de piratas, y las armas serán convertidas en arados. Esa será la más gloriosa de las revoluciones, cuando el hombre bueno y moral sea hermano del otro.

¿Me dejaran soñar, verdad?

Cheburashka quizás nació en un naranjal cubano. En ese misterioso lugar tropical donde salen cosas buenas y andan por el mundo tratando de hacer el bien. Necesita de la amistad. De allí saca su energía vital. Sobre la foto, les cuento que la inspiración se basó en una broma donde el pobre Cheburashka me susurraba al oido los horrores que vivió durante el plan de los 500 días en Rusia.

NOTA: No es Photoshop, realmente use un adorable muñequito recién importado de la actual Rusia. Aprovechen ahora, pues si el gobierno de los EE.UU. le impone sanciones económicas a Rusia por los problemas recientes en Ucrania, podrá ser muy difícil conseguir un producto Ruso.

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