Piedra, Papel, Tijera

By Yadira Escobar on

rock paper scissor

Pensando en las enormes reservas de oro en Fort Knox, Kentucky.

 

Como mismo el antiguo juego de piedra, tijeras y papel es una sorpresa porque no puedes predecir la jugada del contrario, reclamar indemnizaciones a Estados Unidos pudiera traer consecuencias inesperadas y probablemente Cuba tendria a su vez que indemnizar a victimas más débiles. Siempre las hay. Sin olvidar, por supuesto, que casi todo el oro del mundo está en manos Norte-Americanas, y la responsabilidad es mayor en el lado más fuerte y rico.

 

Fidel Castro Ruz es el líder de una Revolución no derrotada. Estados Unidos es la república más rica del planeta, y además es el centro más fuerte del capitalismo mundial. Estando ambos mundos a solo 90 millas fue casi obligado el conflicto y Cuba salió muy dañada frente a la hostilidad de tan poderosa federación de estados.

 

A pocas horas de izarse la bandera norteamericana en la capital cubana como acto simbólico y diplomático de la nueva era, y sin Estados Unidos haber eliminado aún el embargo a la isla, salé a la luz una carta de Fidel Castro. Dicha carta pasará a la historia por recordar pocas horas antes del evento la deuda moral que Estados Unidos tiene con el pueblo cubano a causa de la guerra económica y que pudiera ser resuelta a través de indemnizaciones. Aquí les comparto la carta de Fidel Castro Ruz en este día de su 89 cumpleaños.

 

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Autor: Fidel Castro Ruz
13 de agosto de 2015 03:08:21

Escribir es una forma de ser útil si consideras que nuestra sufrida humanidad debe ser más y mejor educada ante la increíble ignorancia que nos envuelve a todos, con excepción de los investigadores que buscan en las ciencias una respuesta satisfactoria. Es una palabra que implica en pocas letras su infinito contenido.

Todos en nuestra juventud oímos hablar alguna vez de Einstein y, en especial, tras el estallido de las bombas atómicasen Hiroshima y Nagasaki, que puso fin a la cruel guerra desatada entre Japón y Estados Unidos. Cuando aquellas bombas fueron lanzadas, después de la guerra desatada por el ataque a la base de Estados Unidos en Pearl Harbor, ya el imperio japonés estaba vencido. Estados Unidos, el país cuyo territorio e industrias permanecieron ajenos a la guerra, pasó a ser el de mayor riqueza y mejor armado de la Tierra, frente a un mundo destrozado, repleto de muertos, heridos y hambrientos. Juntos, la URSS y China habían perdido más de 50 millones de vidas, sumadas a una enorme destrucción material. Casi todo el oro del mundo fue a parar a las arcas de Estados Unidos. Hoy se calcula que la totalidad del oro como reserva monetaria de esa nación alcanza 8 mil 133,5 toneladas de dicho metal. A pesar de ello, haciendo trizas los compromisos suscritos en Bretton Woods, Estados Unidos, declaró unilateralmente que no harían honor al deber de respaldar la onza Troy con el valor en oro de su papel moneda.

Tal medida decretada por Nixon violaba los compromisos contraídos por el presidente Franklin Delano Roosevelt.Según un elevado número de expertos en esa materia, crearon así las bases de una crisis que entre otros desastres amenaza golpear con fuerza la economía de ese modelo de país. Mientras tanto, se adeuda a Cuba las indemnizaciones equivalentes a daños, que ascienden a cuantiosos millones de dólares como denunció nuestro país con argumentos y datos irrebatibles a lo largo de sus intervenciones en las Naciones Unidas.

Como fue expresado con toda claridad por el Partido y el Gobierno de Cuba, en prenda de buena voluntad y de paz entre todos los países de este hemisferio y del conjunto de pueblos que integran la familia humana, y así contribuir a garantizar la supervivencia de nuestra especie en el modesto espacio que nos corresponde en el universo, no dejaremos nunca de luchar por la paz y el bienestar de todos los seres humanos, con independencia del color de la piel y el país de origen de cada habitante del planeta, así como por el derecho pleno de todos a poseer o no una creencia religiosa.

La igualdad de todos los ciudadanos a la salud, la educación, el trabajo, la alimentación, la seguridad, la cultura, la ciencia, y al bienestar, es decir, los mismos derechos que proclamamos cuando iniciamos nuestra lucha más los que emanen de nuestros sueños de justicia e igualdad para los habitantes de nuestro mundo, es lo que deseo a todos; los que por comulgar en todo o en parte con las mismas ideas, o muy superiores pero en la misma dirección, les doy las gracias, queridos compatriotas.

 

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