Las Apariencias Engañosas

By Yadira Escobar on

 

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En su mayoria, los cubanos “progresistas”  asumen que apoyar a Clinton es como apoyar la soberanía de Cuba. Este prejuicio se debe fundamentalmente al tradicional papel de la derecha cubanoamericana dentro del Partido Republicano.

Ahora que Cuba ha demostrado ser útil para la paz en Colombia, mientras la Casa Blanca está demócrata, puede causar confusión. Ya casi nadie se acuerda de cuando el otro Clinton (el ex-presidente Clinton)  inundó a Colombia de armas para poner “orden y ley” frente a todo lo que oliera a izquierda.

Entiendo que cuando Hillary Clinton escoje como vicepresidente al senador Tim Kaine, que habla tan bien el español y que presentó un proyecto de ley para permitir a los norteamericanos visitar Cuba, ganó aún más corazones de la izquierda cubana que desea salvar la economía de la isla mediante el turismo. Lamentablemente, Hillary también es aficionada a los juegos peligrosos de Cambio de Régimen.

Es verdad que su esposo fue el responsable de las severas sanciones económicas que castigaron a los cubanos en el “Periodo Especial” y causaron tanto sufrimiento en la sociedad civil en la isla, pero yo creo que es un simplismo asumir que el Partido Demócrata busca el bien del pueblo cubano sólo porque en EE.UU. son vistos como la izquierda. Esa esperanza no se sostiene si somos rigorosos en el análisis de esa élite que controla al Partido Demócrata y que no permite que alguien como Sanders afecte sus intereses.

Este viernes supimos por una filtración de correos que altos funcionarios del Comité Nacional Demócrata (DNC) planearon secretamente cómo socavar la campaña presidencial de Bernie Sanders (un outsider igual que Trump), sembrando incertidumbre sobre las creencias judías o el ateísmo de Sanders. Literalmente escribió el director del DNC Brad Marshall : “Igual no hace diferencia, pero para KY y WVA podemos pedirle a alguien que le pregunte sobre sus creencias. Cree en Dios…Creo que leí que es ateo…Mis amigos bautistas del sur marcarían la diferencia entre ateos y judíos”.

Noam Chomsky (tan judio como Sanders) dijo en medio del “Periodo Especial” (1992):

No tenemos acceso a la actual planificación secreta de la élite, pero se puede inferir. Obviamente, ellos suponen que, con la política del estrangulamiento, la situación en Cuba empeorará severamente. Y en la medida en que la situación se deteriore, naturalmente habrá protestas, las que, a su vez evocarán la represión. Las actividades del aparato represivo serán cada vez más rigorosas, debido a los creciente efectos de la política de estrangulamiento, y entonces tendremos un circulo natural de más represión, más disidencia y quizás violencia. Exiliados cubanos desembarcarán, causarán más problemas y en algún momento Estados Unidos, podría invadir. Estados Unidos no invadirá Cuba mientras tema que haya resistencia armada. No atacarás a alguien que pueda defenderse. Esto es obvio. La idea es “liberar” al país sin costo alguno para el imperio, es decir, esperar hasta que la situación interna sea tan mala que las tropas estadounidenses puedan invadir sin mucha oposición. O, posiblemente con la aprobación de la población debido a que no aguanta más la situación.

Chomsky habló en otro contexto pero bajo una administración demócrata. Imaginar hoy una invasión luego de ver a Obama fraternizando en la Tv pública con personajes populares es difícil para las almas sencillas. Quizás los más rebeldes cubanos estaban mentalmente preparados para resistir todo menos una aguacero de gestos cordiales. Un invasor que haga chistes o diga: ! Que bolá! Es menos invasor ante los ojos de un pueblo que quiera pensar ya no hay enemigos.

Por otra parte, Trump llega en momentos de crisis espiritual y material y le dice a los norteamericanos:Nadie como yo conoce el sistema, así que sólo yo puedo arreglarlo”. El insiste en el enemigo exterior, pero no menciona a Cuba como amenaza, incluso llega a decir, refiriéndose claramente a Hillary Clinton, que él va a acabar con la política de “Cambio de Régimen”. No entiendo como pueden los que defienden la soberanía de Cuba amar tanto a Hillary Clinton sabiendo que a ella y su gente les encanta pisotear la soberanía de otros pueblos.

 Esta semana en una entrevista que concedió Trump al New York Times dijo:

 -Creo que en este momento cuando se trata de las libertades civiles, nuestro país tiene un montón de problemas, y yo creo que es muy difícil para nosotros involucramos en otros países, cuando no sabemos lo que estamos haciendo y no podemos ver con claridad a nuestro propio país. Tenemos enormes problemas cuando se tiene policías recibiendo disparos en las calles, cuando se tiene disturbios, cuando se tiene Ferguson. Cuando se tiene Baltimore. Cuando usted tiene todas las cosas que están sucediendo en este país , ademas de otros problemas, yo creo que hay que centrarse en esos problemas. Cuando el mundo mira lo mal que anda Estados Unidos , y luego vamos y hablamos de las libertades civiles, no creo que seamos un buen mensajero.

Sanders ha pedido a sus seguidores que apoyen a Hillary, pero yo creo que es mejor que el partido de los demócratas pase a la oposición con dignidad antes que en nuestro nombre se siga incrementando la riqueza y el poder en las pocas manos que dirigen la globalización hacia el desastre.  En cuanto a Cuba, seria bueno que se suspenda la ayuda financiera a disidentes impopulares en sus propios vecindarios, porque eso daña la imagen de los Estados Unidos.

damas_de_blancoDama de Blanco con actitud anti-social, lanzando agua (o quizas algun otro liquido) sobre vecinos que se manifiestan en espacio público,

Si Trump sobrevive a las estructuras de control republicano, y resiste las presiones de la extrema derecha cubanoamericana, podría eliminar la ayuda financiera a la subversión del orden en Cuba y pudiera desaparecer la ofensiva pero inutil propaganda que produce Radio y Tv Martí. Los inversionistas internacionales tendrán más paz para invertir en Cuba sabiendo que no habrá una perturbadora “Revolución de Colores”, y el Congreso movido por un patriotismo más realista, eliminará el bloqueo para que también los norteamericanos puedan invertir en la isla con tranquilidad. Donald Trump sería entonces garantía de estabilidad para el crecimiento de la economía cubana, y se podrian negociar cosas más audaces en el tema de las nacionalizaciones de empresas norteamericanas y la compensación norteamericana a Cuba por los daños económicos producidos por el embargo.

Ahora que las nubes negras ya cubren el cielo cubano, no quiero pensar en apagones ni en “periodos especiales”, porque eso duele. Tampoco creo que sea bueno poner las esperanzas en el Partido Demócrata como si fuese el partido del progreso. En realidad, he descubierto que es un partido aliado a las inmensas fortunas que apoyan la actual globalización, un partido que abandona a las clases trabajadores en Estados Unidos. Es ingenuo pensar que si las élites demócratas no son sensibles a los problemas internos de Estados Unidos, lo vayan a ser con los problemas del cubano de a pie. El bloqueo permanece estancado en el Congreso, y los reformistas más ansiosos en la isla se venden sin que nadie les compre. Me pongo a pensar en lo bueno que sería que en Cuba también volviera al gobierno el sentido común y el derecho positivo. Un pueblo tiene derecho a defenderse sin ser tan “políticamente correcto”.

Nota: La ilustración de este articulo fue tomada de mi diario

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