Todo pintor los tiene: viejos cuadros escondidos en el closet que prometieron mucho, pero algo sucedió por el camino y nunca los terminaste. No dejas que nadie los vea incompletos porque… ¡que horror si pensaran que es un producto final! pero como permanecen como obras incompletas persiguen tu inconsciente como incómodas astillas de la mente. Mis obras más feas (y lo digo por lo que eran, aunque no suene intelectualoide, porque para algunos no existe arte feo sólo obras incomprendidas) yo misma me encargué en la época de eliminarlas, porque todo buen artista borra la evidencia de lo mal-hecho. ¿Quién ha visto las primeras obras mediocres de Titian o Raphael?
Estas, mas bien son aquellas que sobreviven esas purgas del closet pero tampoco me motivan para restaurar o terminar, asà que el otro dÃa las recorté y las pegué a un óleo más reciente. No me acostumbro a estas cosas, pero finalmente los inconclusos respiran su cierre, y un ciclo termina. Terminaron colgados en la pared aunque sea colectivamente y sin reconocimiento individual.